lunes, 30 de mayo de 2005

Breve crónica sobre desafíos democráticos

Armando Vargas Araya | 30 de Mayo 2005

Costa Rica transita por rumbo equivocado y su centenaria democracia está en peligro, maniatada por una madeja de intereses político-financieros que en dos décadas debilitaron el Estado Social de Derecho y pretenden retrocederlo a un Estado Liberal de Mercado: la solidaridad sustituida por la competencia, la justicia social reemplazada por la desigualdad, la cohesión de la sociedad relegada por la polarización, vale decir, recular al «sálvese quien pueda» del darwinismo social decimonónico. El salacuartazo reeleccionario, la contrarreforma monetarista y «un TLC neoliberal que hace de la persona un objeto económico» son eslabones de la misma cadena con la que ciertos intereses ansían tapar el resuello al modelo social autóctono de la Constitución Política de 1949. Los electores están a tiempo de tomar conciencia sobre esta «ruta al despeñadero» y votar con los ojos abiertos el 5 de febrero de 2006.

Así puede sintetizarse el diagnóstico realizado en la Universidad de Costa Rica (UCR) el miércoles pasado con la participación de la Dra. Yamileth González, Rectora de la UCR; don Luis Alberto Monge, ex Presidente de la República; el Lic. Rodrigo Madrigal Nieto, “Premio Rodrigo Facio Brenes” 2004 de la UCR; el M.Sc. Juan Manuel Villasuso, profesor de economía en la UCR; y el Dr. Mauro Murillo, especialista en Derecho Público. La conferencia “Desafíos actuales de la democracia en Costa Rica” fue convocada por la Rectoría universitaria y el Posgrado Centroamericano en Ciencias Políticas, que dirige el M.Sc. Alberto Cortés Ramos. Concurrieron al auditorio “Alberto Brenes Córdoba”, de la Facultad de Derecho, académicos, intelectuales y estudiantes; cooperativistas, solidaristas y trabajadores; empresarios, profesionales y personalidades de diversos partidos. La prensa no ha informado aún sobre el enjundioso intercambio de ideas.

«La universidad es faro de luz y de verdad para la sociedad», afirmó don Rodrigo al destacar la importancia del coloquio Social Demócrata. En este cambio de época, «hay que tener clara conciencia de los valores políticos sobre los que construimos nuestra ciudadanía, nuestra identidad», dijo la señora Rectora, quien presentó a don Luis Alberto como «un socialdemócrata convencido». El ex Presidente sostuvo que «el bazucazo judicial» de la Sala IV rompió el orden constitucional porque solo la Asamblea Legislativa puede reformar la carta magna. Este «golpe de Estado» desató las apetencias de grupos poderosos que en los en los 20 años más recientes han «descarrilado» al país, «destripado» a la clase media y «acorralado» a los sectores populares. Propuso negar el voto «al candidato promotor y beneficiario del inaudito atropello a la Constitución Política» y restaurar los principios civilistas de libertad, solidaridad y paz.

A criterio del profesor Villasuso, en Costa Rica se sigue una política económica generadora de alta inflación, crecimiento lento e inestable, mayor desempleo, aumento de la pobreza y más desigualdad. Engendra también pequeños grupos de poderosos ganadores, quienes consolidan un triple poder: económico, político, mediático. Y «tanto poder concentrado ha podido influir en las decisiones de la Sala IV, para lograr mayor poder y propulsar un candidato que pueda consolidar sus ganancias y les dé mucho mas. El TLC es la fórmula para consolidar por medio de un tratado internacional lo que ya tienen y conseguir más y más, pues ellos serían los ganadores con el TLC». Concluyó don Juan Manuel: «Si creemos en la democracia, en la equidad y en la justicia social, esto hay que evitarlo».

«Tenemos que preocuparnos de un TLC que plantea cambios profundos en relación con las telecomunicaciones, la propiedad intelectual, los profesionales, la educación», señaló la Dra. González. «Nuestro país no puede perder los valores, ni la calidad de vida que logró durante años, no puede permitir que las contradicciones sean cada vez mayores y que solo unos pocos vivan a costa de la mayoría. No lo puede permitir el país y mucho menos nuestra Universidad pública, al servicio del bien común, del mejoramiento de la calidad de vida de quienes la apoyan y a los que se debe».

Don Mauro precisó que la decisión de la Sala Constitucional en el voto 2003-2771 (reelección), «no fue jurídica». El Lic. Madrigal Nieto aclaró a don Luis Alberto que, viéndolo bien, él no ha estado tan solitario en su lucha democrática por la defensa de la Constitución y, abogado brillante, aportó como prueba de su aserto un documento irrebatible. El ex Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Administración Arias puso como testigo nada menos que al mismísimo Dr. Oscar Arias Sánchez quien afirmó categóricamente: «El único camino [para la reelección] es una reforma constitucional en la Asamblea Legislativa. La Sala Constitucional no tiene nada que ver con esto. Sería burlar a 57 diputados si uno esquiva el debate en el Parlamento. Sería una actitud antidemocrática tocar las puertas del Poder Judicial» (La Nación, 2.12.99). La incisiva cita arrancó exclamaciones de “increíble pero cierto” y sonrisas de criolla ironía. ¿Renace en el trópico el culto a Jano, el bifronte dios romano representado por una cabeza con dos caras?

¿Qué hacer para atajar el ominoso proyecto de Costa Rica S.A.? El M.Sc. Cortés Ramos, sobrino-nieto de la recordada intelectual doña Lilia Ramos, resumió ideas expuestas en el diálogo Social Demócrata. Dar tiempo al TLC y aprovechar cualquier cambio de coyuntura a fin de procurar una mejor inserción internacional. Buscar nuevas relaciones comerciales y complementar a Brasil, China, India y Sudáfrica. Evitar que «el golpe de Estado se consolide» y negar el voto a cualquier candidatura contraria al orden constitucional. Votar por quien garantice un cambio seguro en pos de la triada paz, libertad y solidaridad.

La señora Rectora recordó sus investigaciones históricas en el terruño del ex Presidente Monge, donde comprobó que «la democracia va más allá de la posibilidad de emitir un voto en las elecciones. La comunidad de Palmares es para mí un ejemplo de búsqueda de equidad, de intento de lograr una distribución menos injusta, de solidaridad, de trabajo compartido, de cooperativismo… Debemos pensar en la democracia en un momento de división política a solo un año de las elecciones, cuando se siente la desesperanza y la desilusión brota en todos los rincones. En este momento de confusión y de extrañeza… la situación nos obliga a estar alertas frente a los cambios socio-políticos y económicos. Y don Luis Alberto, a quien le tocó gobernar en una época de crisis donde los valores cívicos se pusieron a prueba, nos acompaña [con] sus inquietudes».

(La República)